Después de arrastrarme, por las sierras de Gilena. Y es que estamos muuuu mayores y no se puede trasnochar el día de antes. Fui en cola de pelotón quemando alcohol, pasando fatigas.
Como siempre muy bien organizado, y una atención fantástica, el único pero el menú (el mismo que el año pasado).
Al final lo importante es el muñeco que esta encima de la bici, da igual el sistema de suspensión, la horquilla, si las ruedas están flojas, no importa nada.